Una burbuja sonora de dub envolvió al Salón José Cuervo durante las primeras
dos horas de este sábado. Los responsables fueron dos íconos del reggae
dos horas de este sábado. Los responsables fueron dos íconos del reggae
mundial: Lee “Scratch” Perry y Mad Professor.
Tras un buen calentamiento que corrió a cuenta del jungle y el drum and bass
de la banda local Bungalo Dub,el abarrotado recinto esperaba con ansia a estos
dos referentes del dub.
En el momento justo cuando el viernes se convertía en sábado, Neil Frasier, alias
Mad Professor, saltó al escenario para terminar con la espera de los fans, algunos
de los cuáles llegaron hasta tres horas antes de este momento.
Repentinamente, mientras el Professor comienza a sonar las primeras
pistas, pequeña figura de Lee Perryasoma y sale al escenario con la infaltable gorra
tapizada de cromos brillantes y cinco o seis cadenas doradas colgadas al cuello.
El José Cuervo estalla en gritos y un mar de manos con cámaras y celulares se alzan
para grabar a este viejito que que sale sacudiendo la mano en todo lo alto mientras
agradece los gritos.
“Hola, ¿están bien? Benditos sean y gracias a todos. Son mis hijos, son todos mis hijos.
Los quiero” dice Lee Perry mientras la gente le duelve el elogio con gritos de emoción.
El trance de la noche comienza: “Soul Fire” y “Crazy Baldhead” suenan, y Lee
aprovecha cada momento para soltar alabanzas a Jah, agradecer a todos sus 'hijos'
presentes y a compartir los miles de pensamientos que atraviesan por su cabeza.
Y es que, en uno de los momentos cumbre de la participación de Lee, las percusiones
de “Natural Mystic”, el clásico de Bob Marley, hacen que la gente caiga en la
cuenta que está presenciando la actuación de alguien que se codeó y compartió
con artistas de ese calibre.
Una hora y media después, Lee abandona el escenario dos veces, regresa otras dos,
una de ellas con “A Place Called Africa”, donde Mad Professor, que hasta ese
momento ponía las pistas con alguno que otro efecto, comienza a hacer de las suyas
en los controles.
Veinte minutos antes de las dos de la mañana, Lee se retira entre aplausos y gritos de
auténtico cariño, y sin que nadie se lo espere, el concierto toma nuevos bríos pues
el 'Profesor Loco' sigue en los controles.
Justo como en su presentación de hace un año en este mismo recinto, Mad empieza a
manipular nuestras cabezas con su receta exclusiva de ecos, pausas con solo líneas
de bajo jungle y todo el reverb que quepa en los breves minutos que se extiende
su participación.
Faltaría, como mínimo, una hora para hacerle justicia a Mad Professor y aunque el
público se encuentra dispuesto, la burbuja del dub se rompe y todos acabamos por
regresar a la realidad a las dos de la mañana del sábado.
Por Fernando García
Fuente: http://www.dondeir.com
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